Un año ha pasado desde que el dúo suizo de garage punk WolfWolf publicó su cuarto álbum de estudio, Totentanz: un trabajo lleno de historias que giran en torno a la muerte, siempre narradas con su inconfundible sello de humor negro. Los protagonistas de Totentanz se sitúan fuera de los focos. Son historias sobre personas que pasan desapercibidas, incluso ignoradas, en la vida cotidiana. Pero todas tienen cabida en el mundo cómico de WolfWolf. El álbum, grabado por Lukas Speissegger en Rorbas, mezclado por Harry Darling en los Lux Noise Studios de Basilea y masterizado por Robin Schmidt en 24-96 Mastering en Karlsruhe, ofrece elementos novedosos en el estilo del dúo: batería new wave de principios de los 80, sonidos industriales y la aportación del teclado Mellotron.
Pues bien, un año después, los dos lobos suizos salen de su hábitat en las montañas para volver a uno de sus cotos de caza predilectos: las salas de conciertos de nuestro país. Habituales en la escena garagera de la Península, WolfWolf protagonizarán una minigira de tres fechas a mediados de mayo con la que visitarán la sala Pícaro de Toledo el miércoles 14 de mayo, la sala Morticia de Ponferrada (León) el jueves 15 y la sala Boogaloo de Cáceres el 16. Abierta contratación para el sábado 17 de mayo. Ni la banda de garaga-punk-blues-trash ni la agencia de comunicación se hacen responsables de posibles mordeduras o arañazos entre el público asistente a sus conciertos. Las entradas ya están a la venta.
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