La formación barcelonesa de soul y rhythm and blues publica su segundo disco homónimo, un trabajo que presenta alguna novedad estilista con respecto a su predecesor, Shaken & Stirred, pero siempre apostando por la música negra como hilo conductor del sonido de la banda. Temas vibrantes pero también con momentos de recogimiento y emoción romántica.

¿Cuando se publicó vuestro primer disco en 2021 pensabais que ibais a llegar tan lejos como banda a nivel de sonido, discos y directos?

Es una pregunta un poco rara, primero porque eso de que hemos llegado lejos es muy subjetivo. Uno cuando apuesta por un proyecto lo hace primero porque lo disfruta y va desarrollando un concepto. No pensamos tanto en el futuro lejano si no que nos enfocamos en la música. Koko-Jean & the Tonics es un proyecto que empecé hace diez años paralelo a The Excitements porque necesitaba dessaturarme del ambiente intenso de giras internacionales. Y estratégicamente lo fui manteniendo porque, como suele pasar, las historias acaban en desamores y te acabas divorciando y enamorándote de otras cosa. Soy gran creyente de que no se puede abandonar un plan A sin tener un plan B. Así que cuando me separé de The Excitements tenía claro que quería darlo todo a The Tonics porque era mi proyecto al lado de unos músicos y compañeros a los que adoro hasta el día de hoy. Siempre tuvimos una magia orgánica tocando juntos y creo que eso se siente al escuchar nuestros discos y directos. Pero sentimos que aún tenemos un largo camino por recorrer y que durará hasta donde el público nos permita.

¿Qué tal fue la composición de los nuevos temas sabiendo que el debut había dejado el listón muy alto?

Siempre es más difícil escribir una segunda novela o secuela. El segundo disco dicen que es el que realmente marca el estilo del escritor o del músico. Lo más difícil fue decidir qué decir de una manera original y sin clichés. Si escuchas nuestros discos como si fueran un musical (que de echo algún día me gustaría tomarme ese reto), narra historias de personajes a través de las diferente décadas y situaciones humanas, pues el cuento no se ha acabado y el tercer capítulo también tendrá sus sorpresas, en forma de drama, romance, rebeldía, sexo y nostalgia.

Además tengo entendido que para capturar la magia musical del grupo grabáis tocando todos juntos en directo en el estudio.

¡Sí! En ese sentido somos bastante tradicionales. Es la mejor manera de transmitir lo más acertado a lo que sonamos en un directo que un sonido muy “tight” pero a la vez espontáneo. Solemos hacer tres tomas y votamos a la que tiene menos cagadas (risas).

Noto en este nuevo trabajo un nuevo rumbo estilístico, sutil, pero puede ser un cambio de tendencia con un mayor peso del soul y los sonidos setenteros.

Bueno, en general la idea es no estancarnos o encasillarnos en ningún estilo, pero siempre basarnos en la música negra que es el vínculo que tenemos todos. Es importante en nuestro caso que cualquiera que entre domine el lenguaje del jazz, blues y soul, y que luego aporte su experiencia y especialidad al proyecto. Así que en nuestro caso al incorporar un nuevo batería (Marc Benaiges), que viene más del funk y disco, el sonido se transformó a más urbano y funkero, más soul a finales de los 60 y principios de 70. Lo cual creo que es una evolución natural. También afectó mucho trabajar con un nuevo productor, Arnaud Fradin (Malted Milk), que nos guío a abrirnos más sónicamente y se atrevió a importar diferentes texturas a nuestro sonido. Pero en general nuestra música siempre trata de representar el estilo de cada miembro y por eso cada canción es diferente. Yo por ejemplo soy más del rhythm and soul y Stax. Víctor (Hammond) es más del blues y boogie, Dani (guitarra) es más de pop rock and roll y Marc (batería) proviene del funk y disco.

Hay temas más calmadas y lentos como “Never Ever”, “I can't stand you” o la ascendente “Down on my Knees”.

Sí, suelen decir que nuestra música les remueve los zapatos de baile tanto como a vuestro corazón. Eso pretendemos, daros una experiencia emocionante completa.

Os habéis subido a escenarios de Francia, Italia y Portugal o Marruecos. ¿Qué respuesta tuvisteis en cada país?

Siempre muy positiva, por eso seguimos yendo. La experiencia más guay fue con Marruecos donde entramos en un circuito escolar como Girando por Salas. No sabíamos que esperar pero nos sorprendió lo abiertos que eran y las ganas que tenían de una música como la nuestra. Literalmente se soltaron la melena de una manera muy liberada y estática. Fue muy bonito de ver.

¿Habrá que esperar otros cuatro años para ver continuación a este álbum?

Esperemos que no. Pero sacaremos todo el aprovecho de este disco porque no es fácil sacar algo bueno que valga la pena. Así que volvamos a hablar dentro de dos años.

Autor: Rafa García-Moreno