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22-03-2023

Hellsingland Underground nos visitan en abril

HELLSINGLAND UNDERGROUND
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11 DE ABRIL. LA TEXTIL, BARCELONA
12 DE ABRIL. ROCK & BLUES CAFÉ, ZARAGOZA
13 DE ABRIL. LOCO CLUB, VALENCIA
14 DE ABRIL. CLAMORES, MADRID
15 DE ABRIL. LOUIE LOUIE, ESTEPONA
16 DE ABRIL. LA GUARIDA DEL ÁNGEL, JEREZ
18 DE ABRIL. MARDI GRAS, A CORUÑA.
19 DE ABRIL. LA FÁBRICA DE CHOCOLATE, VIGO
20 DE ABRIL. KAFE ANTZOKIA, BILBAO
21 DE ABRIL. FACTORÍA CULTURAL, AVILÉS
22 DE ABRIL. WIC, SEGOVIA
23 DE ABRIL. SALA NIÁGARA, SANTANDER

Hellsingland Underground comenzaron su andadura actuando en los bosques de la región de Hälsingland que les da nombre, en su Suecia natal, en un festival ilegal en el verano de 2006. Las primeras críticas celebraron las canciones de la banda, sus letras reveladoras, sus armonías y el puro y simple placer de tocar su música.

El alma del grupo, el cantante Charlie Granberg compone estas canciones sentado en el porche de su pequeña casa en las orillas del rio Ljusnan. La escena podría resultar un cliché en comparación con el sur americano del que Hellsingland Underground tomaron prestadas tantas influencias en sus dos primeros discos, pero es pura autenticidad en mitad del frío nórdico. De ahí la etiqueta que ha acompañado a la banda; “northern rock”, es decir, rock sureño facturado en las tierras vikingas del norte de Europa.

Su debut de 2008 supuso en affair amoroso con todas esas influencias comunes del southern rock americano, que se confirmaron en su continuación 'Madness & Grace' en 2010, consolidando también su propia identidad. Un camino que desembocó en 'Evil Will Prevail', donde sus letras se tornaron más oscuras y personales, acorde a los tiempos, serias sin ser pretenciosas, y los arreglos musicales más genuinos sin dejar de lado su poso sureño. Como unos Hellacopters tardíos que hubieran sustituido el legado de MC5 por el de Skynyrd y Allman Bros., o unos The Soundtrack Of Our Lives más tradicionales y apegados a las raíces folk, pero igual de inspirados melódicamente, Hellsingland Underground continúan la tradición de las grandes bandas de rock n' roll que los países escandinavos nos han brindado en las últimas décadas.

‘Understanding Gravity’ (2016) debutó en el número uno de las listas de vinilo en Suecia, siendo su trabajo más aclamado y mejor vendido hasta la fecha. Solos de guitarras dobladas que recuerdan irremediablemente a los mejores Thin Lizzy, pinceladas del blues rock británico de la era dorada y su impronta en bandas de hard rock setentero como Nazareth. El periodista sueco Stefan Nilsson los definió como si Glenn Hughes nunca hubiera abandonado Trapeze y la banda se hubiera establecido en la melancolía nórdica de los bosques suecos. Pero la sombra de Jon Lord llevando las riendas del sonido púrpura también es alargada. Incluso los toques folk que hacen de ellos una rareza única podrán recordar pinceladas de los Pogues o los Waterboys.

Tras pasar por el Azkena Rock Festival, en lo que es uno de los momentos clave de su carrera, la salida del guitarrista Mats Olsson, sustituido por Jerry Ask, marca una nueva etapa para la banda, que se hace evidente en ‘A Hundred Years Is Nothing’ (2019) un trabajo que aunque mantiene los mimbres del sonido del grupo, incorpora nuevos elementos, como sintetizadores, redondeando un sonido que sigue siendo puramente setentero pero hacia terrenos ahora más atmosféricos, psicodélicos, y con pinceladas glam, como un cruce imposible entre The Doors, Pink Floyd, Queen y… ¡ABBA!.

La llegada de la pandemia les hace replantearse su lugar en el mundo,y deciden construir su propio estudio de grabación, los Hellquarters, en una vieja carpintería de su ciudad, donde solidifican su amistad, y recobran el pulso por las guitarras a todo volumen sin olvidar la seña de identidad de sus melodías y su groove. Cambio de batería mediante (Johan Gröndal agarra las baquetas) facturan un disco lleno de optimismo pese al pesimismo mundial, que habla de la madurez de una banda de rock sin nostalgia, viviendo el presente y haciendo lo que más les gusta. El resultado es ‘Endless Optimism’ (2022), una nueva y explosiva colección de canciones en algún punto entre Dylan y Thin Lizzy que les muestra clásicos y contemporáneos al mismo tiempo, sentimentales pero íntegros, sin pretensiones, y con ganas de disfrutar de la vida en la madurez al ritmo de la música. ¿Qué más se puede pedir?